Con la que está cayendo en este país, por un lado la crisis económica de la que nos está costando salir y de actualidad la actuación del partido de la oposición (PP) que no sabe cómo limpiar su casa, desde que conocimos la trama Gürtel han estado siempre ajenos a las graves acusaciones que caen sobre nombres de altos cargos de este partido, ahora ponen cara de víctimas y a esperar que pase el chaparrón.
Si parecen tan despistados me temo que tampoco ellos saben cuáles son las medidas económicas más eficientes para obtener buenos resultados, reducción del paro, crecimiento. La oposición del gobierno de la nación carece de fórmulas económicas, carecen de soluciones, supongo que habrán estado muy ocupados consultando catálogos de relojes y coches de lujo que pedir a algún empresario dadivoso.
Hoy nos alarma el precio de un reloj de lujo de 20.000 euros, casi el salario anual de muchísimos españoles, nos alarma lo que cobran los directivos de esos bancos que miran con lupa las condiciones de un préstamo para salvar un negocio, miles de puestos de trabajo.
Quien oye estas historias, al igual que los escándalos urbanísticos que han sucedido en muchísimas localidades, quizás piense que acercarse a la política es un gran negocio, ¿verdad?.
Aunque hoy en día los concejales y el alcalde tenemos la obligación de realizar una declaración de bienes anualmente todavía hay caraduras que aprovechan su sillón para llenarse bien los bolsillos, hay muchos listos que ponen propiedades a nombre de esposas o hijos, hay separaciones de bienes, etc.
Otros piensan en otro tipo de aprovechamiento, grandes beneficios a personas cercanas en pensamiento o familiares de concejales o alcaldes.
Si se realizara un concurso oposición como el que se hizo para la concesión del Castillo cada vez que se asigna a dedo una obra a la empresa del marido de una concejala seguramente no hablaríamos de este tema.
Sabemos que el trabajo está mal, pero precisamente por ser un cargo público, un representante de la ciudadanía, la actuación debe ser escrupulosa y transparente porque cuando se hacen las cosas con secretismo en una actividad pública huele a podrido.
Y nosotros podemos hablar alto y claro ya que a pesar de tantas mentiras que han contado al pueblo de Niebla sobre la concesión de la gestión del castillo a una empresa de Niebla, lo cierto es que nuestro compañero Miguel Ángel, gerente de Promavi, sigue luchando por su empresa, defendiéndose hasta en los juzgados de las persecuciones que cometen la Autoridad Incompetente que gobierna Niebla.
Quienes no han sabido actuar, simplemente con palabras no nos van a convencer.
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