
Estamos observando en algunos partidos políticos a unos personajes que
se resisten a abandonar el poder aunque les llueva lo más grande, críticas, acusaciones e imputaciones de prevaricación, de estafa, da igual, hay que seguir manteniendo el tipo, sonreir y seguir siendo presidente de la comunidad, alcalde o concejal ¿verdad?.........El salto a un cargo público cuyo fundamento es el sevicio público lo convierten en un
"enriquecimiento ilícito personal y familiar" aprovechando estos puestos para contratar a amiguísimos, pedir comisiones y en definitiva sacar tajada sin el menor escrúpulo.
En Niebla conocemos bien este tema. Olvidan el servicio público y hacen "horas extras" para resolver sus cuestiones personales o familiares. Unos gobernantes que no gobiernan para todo el pueblo y para los que no todos somos iguales. Quien no es de su familia no tiene derecho al trabajo, a una vivienda, a ayudas..........así gobierna el alcalde y concejales del PA en Niebla.
Es tan importante no perder el poder que están dispuesto a hacer cualquier cosa, mentir, insultar........todo antes que perder el mando. Lamentable. Desde el 2003 en Niebla ha desaparecido la transparencia política y son cada vez más escandalosos estos casos de favoritismos por parte de un equipo de gobierno, y vamos sumando, trabajo para el hijo del alcalde y el concejal , la empresa del marido de la concejala, y alguna cosita más que nos intentan meter con calzador, solamente para ellos y ellos.
Si nuestros jóvenes necesitan trabajo, vivienda, ayudas para estudiar, cursos de formación, etc.. el PA NO nos lo va a dar. Si queremos progreso y desarrollo necesitamos el cambio. Necesitamos verdaderos servidores públicos, personas demócratas que trabajen para todos los iliplenses y con todos, que sean capaces de unir las fuerzas y trabajar duro por sacar a este pueblo del segundo plano en el que el PA lo ha colocado. Porque si nuestra imagen exterior es penosa, los iliplenses somos los primeros que reconocemos las carencias y necesidades que tenemos y estamos viendo cómo cualquier pueblo de nuestro alrededor nos va sacando ventaja.
EDITORIAL de El Pais del día 4 de Mayo de 2010. Velas al diablo
El PP trabaja a la desesperada para evitar que el presidente Camps acabe en el banquillo
El Tribunal Supremo decidirá el próximo día 12 la suerte judicial de Francisco Camps. En esa fecha se sabrá si el Tribunal Superior de Justicia de Valencia deberá sentar en el banquillo al presidente de la Generalitat, según solicitaba el juez Flors, instructor del caso, o si convalida la decisión de la sala, que no apreció en su día el delito de cohecho impropio. Pero, entretanto, se han ido conociendo nuevos datos sobre el funcionamiento de la red corrupta dirigida por Francisco Correa y sobre los delitos de los que podría acabar presuntamente respondiendo el presidente Camps.
En estos momentos, el regalo de los trajes aparece sobre todo como el hilo que permitió descubrir otros tres casos de corrupción, que, dependiendo de la decisión que adopte el Supremo, harían inviable la continuidad de Camps al frente del Gobierno valenciano. La práctica fraudulenta de fragmentar los contratos públicos de manera que pudieran adjudicarse sin concurso fue habitual en la mayor parte de las consejerías del Ejecutivo presidido por Camps, lo que ha llevado al juez Pedreira a solicitar el nombre de sus titulares durante el periodo investigado. Las empresas beneficiarias de estos contratos pertenecían, además, a la red de Correa, lo que hace inverosímil que, como ha sostenido hasta ahora la dirección del PP, el partido haya sido víctima y no parte de la corrupción.
La contratación frecuente y mediante los mismos procedimientos fraudulentos también utilizados con ocasión de la visita del Papa a Valencia apunta hacia la financiación ilegal del PP. Sin tomar en consideración algún tipo de beneficio para el partido resultaría difícil explicar la largueza con la que algunas Administraciones en manos de los populares, como la Generalitat valenciana, aunque no sea la única, han tratado a las empresas de Correa. Al margen de que la investigación policial aporta pruebas e indicios más que suficientes de una largueza equivalente por parte de la red corrupta a la hora de organizar los actos del PP, de la que luego se resarcía a través de contratos públicos amañados.
Hasta ahora, Mariano Rajoy y la dirección del PP habían defendido a Camps sobre la base de que no existían más cargos contra él que los que desestimó el Tribunal Superior. Más que un argumento, es una coartada para diferir cualquier decisión acerca del presidente de la Generalitat, a la espera de que, llegado el caso a una situación insostenible, sea el propio líder valenciano el que dimita. Los populares no han renunciado a seguir poniendo velas al diablo en esas vísperas judiciales de Francisco Camps, intentando desacreditar el sumario que le puede llevar al banquillo. Así lo demuestra el recurso -insólito en quien está personado en el procedimiento como acusación particular- contra la providencia del juez instructor en la que pide la identidad de 17 altos cargos, entre ellos Camps, que dieron contratos a la red corrupta.